a veces el viento sabe ser respetuoso

Alguien no ha sentido alguna vez que el viento le cuenta historias, le dice secretos, le silva algo bonito, le hiela la sangre, le alienta el miedo...

martes, 23 de junio de 2009


Cerré la puerta sin hacer ruido y fui a acostar a los niños mientras él seguía embebido en la contemplación de los jugadores que corrían como demonios vestidos de corto y colorines listados.
Los duché y les coloqué sus pijamas. Les leí un cuento, les canté una canción, les hice cosquillas tapándoles la boca para acallar sus carcajadas. Los mantuve a raya hasta que se durmieron y bajé de nuevo a la sala, en la que aún la oscuridad rodeaba un cuadro de luz que se movía y parpadeaba siguiendo las carreras frenéticas de aquél grupo de hombres disfrazados de enajenados mentales.
Me senté junto a él y me enfrenté a mi futuro.

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